Resumir 15 años en tan pocas líneas está siendo todo un logro, pero por fortuna ya queda sólo la última fase que condujo al milagro de RetroMadrid 2010, y esa fase como ya dije fue una de las más complicadas y difíciles en lo que a la situación de la AUIC y a mi personalmente respecta.
El cambio que se produjo en septiembre de 2007, donde aprobamos la nueva denominación de feria y asociación, resultó ser un pequeño ciclo de paz asociativa y un tiempo muy positivo que curiosamente vino a coincidir con la «baja temporal» voluntaria de un socio que en vez de calmar, encrespaba el ambiente.
Y así las cosas pude organizar con suma tranquilidad la nueva edición de 2008, ya RetroMadrid, y pronto pudimos además estrenar el nuevo portal web tan pronto dispusimos de nuevos logotipos para feria y asociación, que fueron votados en asamblea de socios. Este portal web dedicado a RetroMadrid inicialmente fue estático y ya de cara a la feria 2010 lo convertiríamos en un sistema dinámico, todo ello gracias a la dedicación de muchos socios que poco a poco hacían piña en torno a una entidad, y que curiosamente cuando menos presionabas, más querían ellos formar parte de este proyecto común nacido de un espíritu abierto y aglutinador.
Mi reto en 2008 era cambiar el proceso organizativo, porque había errado en el intento muchísimas veces a la hora de intentar involucrar a los expositores en la organización de la feria, lamentablemente teníamos como feria una mentalidad dividida entre expositores/organizadores, y yo veía con claridad que esto tenía que cambiar, era lógico porque en mi equipo organizativo de 2008 ya había más expositores que organizadores 100%, y no era lógico que en una feria «amateur» cada uno vaya por su lado.
Parece una tontería, pero un gesto tan simple como que cada expositor bajase su mesa al salón del Greco era suficiente para ahorrar cerca de 10 minutos a un organizador, que así tenía tiempo para otras cosas más importantes. Hubo años en que ese trabajo lo realizábamos unos pocos organizadores (época MadriSX) y en el Greco vi que era imposible bajar las mesas el día anterior, así que incidentalmente tuve que «obligar» a los expositores a realizar este trabajo, y al principio lo hacían de mala gana, pero con el tiempo era increible ver como ellos mismos empezaban a darse cuenta del valor de su trabajo, y la implicación aumentó año tras año, llegando en 2008 a cotas inimaginables cuando desembarcamos en el Greco en 2002.
En esto también ha tenido mucho que ver mi gran amigo «Gominolas». César Astudillo apareció en nuestro correo electrónico el día anterior a la feria de 2008, y sin tiempo de reacción tuve que habilitar una conferencia deprisa y corriendo, además de anunciar la buena nueva a los visitantes. Gracias a César y su carisma pude empezar a dar otro sabor a la feria, y es cierto, en 2008 se notó muchísimo el cambio, pese a que eran detalles pequeños y que en apariencia todo seguía siendo lo mismo.
http://old.retromadrid.es/reportaje_retromadrid2008/
Con casi 700 visitantes en 2008, yo mismo metí la pata cuando afirmaba convencido que esta feria no iba a más, y que se estabilizaría en el entorno de los 500 visitantes, pero no, habíamos dado con un «producto» nuevo que la gente demandaba, y es que MadriSX & Retro había sembrado, al igual que hiciese MadriSX, un reguero de amistades y buenos momentos que todo el mundo quería repetir, y cuando un sentimiento se comparte, cada vez más gente quiere ser partícipe, es en definitiva el secreto de las «parties» y lugares de encuentro para los que como yo nos vanagloriamos del sentimiento de pertenencia a algo diferente y alternativo.
En esta feria además apliqué una organización departamentada en la que cada cual daba lo que podía, cualquier aporte era importante y aunque al final me comía más horas que nadie trabajando para esto, lo hacía muy agusto, porque ya no me correspondía todo el peso de la feria, de hecho mucha gente empezó a percibir mi cambio cuando en algún sitio afirmaban: «a Rafa se le veía más relajado». Los que han estado metidos a fondo en un proceso de organización, saben perfectamente lo que es estar agobiadísimos cuando ven que no llegan a cubrir todo con sus dos manos.
La feria tuvo un final memorable en el que nuevamente «Gominolas» tuvo algo que ver, porque me inspiró indirectamente la idea de hacer un final diferente para la feria, y sin cortarme un pelo salí al escenario a llamar a todos los que habían participado conmigo en la organización del «milagro» de 2008. Fue increible estar junto a uno de mis ídolos de los años 80 compartiendo escenario, bien lo saben los que me conocen, en su día era un enamorado de «Titanic», y naturalmente tenía el videojuego de MSX con la memorable música de «Gominolas». Ni en mis mejores sueños estaba previsto que un día mi querida feria y mi querido mundillo iban a traer de nuevo a esos que nos hicieron experimentar un mundo de píxeles y colores. Desde aquí reitero mi agradecimiento a Josetxu por ser el «plasta» que invitó a Gominolas, él es uno de los grandes de esta escena y sin él RetroMadrid no sería lo que es.
La visitante número 600 fue la demostración de que esta feria se había abierto a todos.
Pero me empiezo a echar a temblar, y es que está a punto de comenzar mi calvario, y no os podéis imaginar la manera en que dará comienzo la peor etapa de mi vida, y lo escribo sin comillas.
Pues resulta que tras la feria de 2008 habíamos tenido un éxito mediático sin precedentes, y un periodista de TVE quiso hacer un reportaje aprovechando el lanzamiento del nuevo «Army Moves», y junto con Victor Ruiz aparecimos varios socios en un conocido sótano hablando de nuestro «rollo». Pues bien, se abrió un hilo en el foro de Zonadepruebas ante la sorpresa de ver aparecer todo esto en la tele, y encima en «prime time». No se si fue porque yo aparecía en el pequeño reportaje, o porque la AUIC causaba sarpullidos, pero el hilo empezó a alcanzar cotas de vergüenza cuando se deformó de lo que era inicialmente una buena noticia (lo nuestro sale en la tele) para acabar siendo un hilo de «salsa rosa».
Pero ya no era casualidad, para nada, porque poco antes, en junio de 2008 había organizado con éxito un pequeño «revival» de la MadriSX con motivo del 25º aniversario del MSX, y no quiero contaros con detalle lo mal que me sentí cuando utilizaron un encuentro de MSX para hacer política chusquera, y es que de nuevo se abrió la caja de los truenos cuando en el hilo de dicha reunión (en Zonadepruebas.com) se empezó a hablar de todo menos de la reunión que con tanta ilusión había organizado, con una exposición de un montón de ordenadores MSX, a cada cual más curioso, no, en su lugar a todos les dio por discutir sobre vergüenzas personales, mierda por todos lados e insultos que obligaron a cerrar el hilo, ni tan siquiera pude leer el hilo porque estaba de viaje, pero cuando regresé me sentí utilizado al ver que dicho hilo no traía nada bueno a la AUIC.
Y así una tras otra, porque ese mismo verano de 2008 empezaron a atacarme dos socios por todos lados pidiendo mi «dimisión» como presidente, todo por un enfermizo deseo de destruir un trabajo bien hecho, una feria preciosa y un ideal de sociedad que para mi es la RetroMadrid, donde se busca la colaboración por encima de los personalismos. Ese verano de 2008 tuve que aguantar de todo, desde acusaciones de querer «aferrarme al poder», hasta voces que me acusaban de aprovecharme de los demás para colgarme medallas, y la peor de todas fue leer que yo no aportaba nada en la organización de las ferias, hay hilos que de verdad os pondrían los pelos de punta, y lo peor es que terminé por generar un sentimiento enorme de culpabilidad en todo esto, cuando yo no era culpable de nada.
Por fortuna mi vida no sólo giraba en torno al mundillo «retro», de hecho en aquellos momentos esperaba el nacimiento de mi primera sobrina y además en agosto de 2008 marché de peregrinación a Santo Toribio de Liébana, fue trascendental este acontecimiento porque pude sacar renovadas fuerzas de mi interior y así regresar con capacidad para salvar la AUIC, ya que la situación era crítica cuando dos socios tenían literalmente secuestrados al resto (casi 50), nadie se atrevía a hablar y opinar, los foros de la AUIC estaban literalmente «enmierdados» y sólo servían para quemar a los socios que si trabajábamos.
Por resumir y no dar demasiados detalles, os diré con claridad que actué con fuerza para que la AUIC no cayese en manos de gente incompetente, la teoría era que yo iba a dejar la presidencia, y pensaba que había alguien en quien podía confiar, pero ese «alguien» me dejó con el culo al aire bastantes veces y al final nunca cumplió su palabra, así que en la asamblea de elecciones de 2008 (celebrada en un bar porque me negué en redondo a ceder un local privado para su celebración) fue de un pelo que la asociación no cayese en un agujero negro.
Aquellos meses subsiguientes hasta noviembre de 2008 fueron terribles, entre otras cosas porque el nuevo presidente no consiguió autoridad, también se nos faltaba el respeto en blogs e hilos de varios foros, la gente hablaba mal de la AUIC porque se vertía «basura» a raudales en los mentideros privados, y de vez en cuando aparecíamos para ser puestos a parir en blogs y foros públicos, donde cada hilo de la AUIC era para avergonzarse.
Me di cuenta de que el problema era de «fachada», es decir, nuestra debil «fachada» había muerto por la acción desaprensiva de dos personas, y aunque internamente intentaba convencer que esto no era para tanto y que eran muy poquitos los que nos querían hacer daño, los socios desconfiaban y no le «echaban huevos», así que me tocó remangarme y empezar a elaborar un plan para salvar la AUIC, el plan consistía en tres ejes básicos: confianza, responsabilidad y legalidad. Esos tres ejes eran básicos, porque era por donde nos atacaban los «energúmenos» que no tenían otra cosa que hacer que tratar de destruirnos.
La legalidad fue el primer punto, nuestra AUIC cumplía escrupulosamente con todo, pero nuestros Estatutos no estaban preparados para defendernos de estos enfermizos ataques, en definitiva, no daban armas a la junta directiva para imponer autoridad, pues bien, con apoyo masivo de la Asamblea se reformaron y dejaron redactados para evitar en el futuro seguir sufriendo sin posibilidad de defensa. Posteriormente llegaba la confianza, y esa me tocó recuperarla a mi solito…
RetroMadrid 2009 era el secreto que daría al traste con los malos deseos de un socio que se había marchado de la AUIC con ganas de destruirla, él no era consciente de lo fuerte que se estaba haciendo la entidad, y no sabía sobre todo con quién se enfrentaba, porque yo ya he superado mil y una batallas y sabía que esta la iba a ganar. Lo peor es que dentro de la propia AUIC teníamos a otro enemigo en la propia junta directiva.
La situación llegó a niveles de casi esperpento, porque en septiembre de 2008 no se cerró una directiva completa y desoyeron mis indicaciones de que había de cerrarse, al final empezaron a dimitir por motivos diversos varios miembros y el presidente electo se quedó literalmente sólo, así que terminamos por trabajar en funciones los que habíamos fundado la AUIC, salvo aquellos que habían marchado voluntariamente.
Es un poco difícil explicar todo esto con detalle sin que surjan sospechas, pero yo que soy transpariencia total os doy la mayor garantía, porque llevo en esto desde 1994 y cualquiera que tenga dos dedos de frente entenderá que jamás en mi vida mi motivación ha tenido nada que ver con el poder, el dinero o cualquier otra tontería de las que se hayan soltado en los foros, mi única motivación ha sido la de sentirme útil, ni más ni menos, mi deseo siempre ha sido ayudar a que todos nosotros estemos donde ahora estamos, disfrutando de nuestra afición como nunca antes la hemos disfrutado, y mi granito de arena ha sido la MadriSX/RetroMadrid.
Mi «poder» son mis amigos, y mi «dinero» la amistad, así que con un gran escepticismo en el ambiente de la AUIC, y con una enorme desmotivación saqué adelante RetroMadrid 2009, todo ello desde la peor situación que jamás había vivido a nivel personal, porque nunca jamás pensé que en un entorno como este podrían llegar algunas personas a ser capaces de hacer tanto daño, y no me he cansado de contar y explicar que aquello que sufrí todavía a día de hoy me lastra en ocasiones, porque lo peor del maltrato psicológico es que te hace muy desconfiado (para colmo yo ya lo era) y que además sueles sufrir la incomprensión de muchos que relativizan el daño que alguien puede hacerte con sus palabras, yo mismo se que las palabras tienen más poder que la violencia física, porque eso terminé ganando con ellas, y no sólo con palabras…
…Porque otro golpe de efecto fue sin duda aparecer en Juvenalia 2008 con un expositor de 40 m2 dedicado a consolas clásicas. Esto de alguna forma confirmaba que ya habíamos traspasado las puertas del IFEMA (¿recordáis lo del SIMO y el MSX en 2000?), y no sabéis los malos rollos que me supuso en el trabajo atender este tema, pero era necesario mostrar que estábamos ahí para acallar muchas voces. Obviamente en los foros esto pasó sin pena ni gloria, podían más otras cosas que el hecho de que una asociación llevase al IFEMA nuestra afición.
Y llegamos al 14 de marzo de 2009, cumplo 30 años de edad precisamente el día de mi queridísima feria, apenas he dormido y ZXevious aparece puntual dispuesto a ayudarme tanto físicamente como moralmente, Gominolas va a venir también y cumplirá también años el mismo día, curioso. Mi cansancio se tapa mediante unos cuantos cafés bien cargados y en la cafetería puedo charlar un ratejo con Andoni (del viejo club VAJ de Baracaldo), al rato la feria dará comienzo y con ello un desfile de casi 1.200 almas, decenas de cosas saldrán mal, se intentará atacar una exposición en la que yo ni tan siquiera tuve que ver (buscad «QL no debió pasar»), tendremos una sala para el rastrillo llena de gente, el aire acondicionado no funcionará, todavía algunos del mundillo «Spectrum» intentarán hacerse las «víctimas» de la malvada organización de RetroMadrid, habrá un montón de gente apelotonada en una conferencia que he organizado hasta el último detalle, se nos olvidará una cinta para grabarla, habrá que subir y bajar decenas de sillas, mi primo estará preparando hasta última hora el vídeo de los créditos, no funcionará el canal derecho del audio en el salón, tendremos que limitar el aforo en ciertos momentos, aparecerá Azpiri gracias a Matra/Karoshi, la feria vivirá momentos grandes, pero yo estoy muy cansando, cansadísimo, quemado, quemadísimo, y sin embargo sigo ahí luchando, no he podido comer, y las horas pasan, la taza de Gominolas está lista para darle un regalo de recuerdo por su cumpleaños, retransmitimos «online» por primera vez, tenemos 3G gracias a Mohai, los stands se han recolocado y aprovechamos el escenario gracias a Chui, hay recreativas debido a que Marcianitos revolucionó la feria cuando esta era puro humo y estaba en el aire su celebración, por fortuna la gente lo pasa pipa, son las 20:30, comenzamos a desmontar, viene mi familia y la AAVV de Batán a ayudar, mi hermano me ha acompañado casi todo el día, muchos no saben ni quien soy.
Cuando la feria terminaba empecé a darme cuenta que lo peor ya había pasado, ese día cumpliendo años había reiniciado mi reloj, en realidad no cumplía 30, empezaba de nuevo a vivir y cuando la feria estaba desmontada me despedí silenciosamente del «Greco», del director que tantos dolores de cabeza me había dado, y de ese entorno en el que de alguna manera había nacido un sueño, pero tocaba evolucionar, era el momento de pensar en una «nueva era», de crear la psicología adecuada para hacer realidad un sueño que todos compartíamos sin saberlo.
De aquella noche tras la RetroMadrid 2009 recuerdo especialmente dos cosas: la canción que surgió espontaneamente mientras cenábamos en una pizzería cercana, era esta: «Nos vamos al IFEMA, laralarala», y un abrazo muy especial de alguien muy especial que será determinante en la nueva etapa.
No sabía que yo había creado algo tan especial, no sabía que tantos años de esfuerzo y determinación, tanto dolor psicológico y malos momentos, tantas alegrías y experiencias compartidas, tantas personas y ordenadores, tantos foros y tantas palabras, tantos años y tantas vidas, tantos viajes y tantas amistades creadas, tanto trabajo en definitiva, había hecho nacer RetroMadrid 2010…